Algo nuevo comienza...

¡Hola a todos! Este es mi blog personal. Como bien dice el título, además de ser mi lugar personal, donde os iré informando a todos los que queréis saber de mí, sobre las pequeñas y grandes cosas comentables que continuamente nos ocurren, me gustaría que fuese eso; una encrucijada; donde se juntan diferentes y distantes mundos, que tal vez de otro modo nunca se encontrasen. Ahora el destino lo quiere así.Habrá opiniones sobre lo humano y lo divino, sobre lo políticamente correcto y sobre lo que no lo es tanto. Sobre temas incómodos y sobre los que todo el mundo quiere hablar. Sobre equilibrio y desequilibrio; sobre justicia y paz; sobre alimentación natural; sobre deporte y política; sobre amistad y vida social; sobre amor y trascendencia... En fin, sobre tantas cosas y tantos mundos...Un abrazo a todos y a todas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

De nuevo en activo... porque siempre nos quedará la palabra.

Hola amigos, que leéis este blog. Podéis ver que he "desaparecido de la escena" durante largo tiempo. Tiempo que ha estado salpicado de frenética actividad, justo cuando el Proyecto Planeta Utopía estaba dando sus primeros frágiles pero decididos pasos. Y poco después, la habitual desconexión veraniega. Desconexión esta que, no obstante, nos sirve para cargar pilas y hacer que nuestros proyectos y anhelos de la siguiente temporada vayan tomando forma y fondo.

Es cierto que los tiempos son imprevisibles y nos sorprenden día tras día, con descubrimientos de nuevos inimaginables despropósitos pero también logros de la especie humana. ¿El mundo dual de lo bueno y lo malo, lo blanco y lo negro? No, una realidad plural llena de matices de grises que se da cuando todo lo que en ella hay es finito y limitado.

Y claro, al final uno se agarra y se aferra a las herramientas que tiene para sobrevivir en una realidad a veces convulsa, frecuentemente trágica, pero casi siempre con su cara maravillosa y esperanzadora. Entre ellas, la posibilidad de comunicarnos por escrito. Así que aquí estaré con todos los que os asomáis por este blog. Compartiendo espíritu crítico, pero también ilusión y esperanza. Porque siempre nos quedará la palabra.

Saludos a todos en esta nueva temporada.

martes, 12 de mayo de 2009

La razón...

Hace algún tiempo hablaba con amigos implicados en la vida sindical. La verdad es que es muy intersante compartir conversación con ellos; la gente implicada en la vida pública siempre está ahí transmitiendo una energía especial, derivada de la amplitud de miras que demuestran por ser capaces de no cerrarse en su pequeño mundo personal y abrirse a la realidad social.

Llegó un momento en que se habló de decisiones de los sindicatos en la empresa y de polémicas y disputas entre ellos, y de repente visualicé el parlamento español pero con los componentes del comité de empresa; lo cuál me sugirió una grotesca combinación entre algo patético y cómico al mismo tiempo. Pero, como quiera que no estamos para prejuzgar, y dado que estos amigos están ahí con buena voluntad, seguí de lleno en la conversación.

Y llegó a comentarse algo sobre "ellos lo han decidido, que lo resuelvan ellos. Nosotros no vamos a apoyar una decisión que por coherencia en nuestro planteamiento no podemos aceptar".

Pues sí, volvió la famosa frase de echar balones fuera. La de aferrarse a la coherencia. La de querer demostrar que los demás están equivocados y nosotros tenemos razón. ¡De nuevo la razón entra en escena! No pude evitar preguntarle a uno de ellos: "¿pero vosotros, entonces, estáis en política -perdón, quiero decir en el sindicato- para resolver problemas, o para tener razón?". No supo contestarme.

La verdad es que es un fenómeno muy curioso ese de la razón. Porque lo buscamos con ahínco y a veces con peligrosas consecuencias para los demás y para nosotros mismos. Sin embargo, todavía no conozco ningún caso de nadie que le pregunten: "¿Y usted, a qué se dedica?" y responda: "bueno, yo tengo razón". Y es que tener razón, ni nos paga las facturas, ni nos soluciona la vida ni los problemas. Lo que en cambio sí que nos facilita las cosas es apostar por el encuentro y por el entendimiento. Las situaciones que se dan en la vida son ya suficientemente difíciles en sí mismas como para incrementar esa dificultad sólo por satisfacer a ese pequeño orgulloso que todos llevamos dentro, llamado ego, que disfruta sintiéndose por encima de los demás. No sabe que, al fin y al cabo, todos estamos en el mismo barco y eso hace posible el viaje por la vida en el que nos encontramos.

Habrá que seguir tratando de educar al ego famoso ese. ¿Lo intentamos? Pero cada uno al suyo, claro; aunque no se ha hecho así casi nunca en la historia de la humanidad, sigo pensando que es la fórmula de trabajo más eficiente al respecto.

Venga, que sí; nos ponemos a ello, que ya es hora. ¿A que tengo razón?

lunes, 13 de abril de 2009

Nace el Proyecto Planeta Utopía

Hola a todos,

Es para mí un gran placer anunciaros la publicación oficial de la página web del Proyecto Planeta Utopía.

Este proyecto nace con una vocación divulgativa y aglutinante, tratando de transmitir la idea de que existen alternativas para vivir de otra forma más ética, solidaria y alternativa las facetas de la vida diaria que nos atañen a todos; formas diferentes de lo que se nos vende en los medios de divulgación convencionales. Porque hay compromisos en los que podemos especializarnos; pero hay cuestiones que nos tocan a todos, como ciudadanos de un mundo que trata de ver soluciones en un momento difícil como el actual: decidir sobre nuestro tiempo de ocio y nuestro dinero, sobre los valores que vamos a potenciar en nuestra familia, sobre nuestra relación con la tecnología, sobre nuestra manera de “in-formarnos”, sobre nuestra actitud ante lo trascendente... Todo ello para poder ir haciendo realidad las utopías en este planeta en el que nos ha tocado vivir.

Para ello, se ha elaborado un sitio web que funciona a modo de “manual de usuario”, donde se puede consultar sobre todo esto. Las diferentes cuestiones se exponen a un nivel generalista, pues tratamos de llegar al ciudadano medio; es decir, es más para “concienciables” o “concienciados en temas concretos” que para “ya concienciados”. Por ello mucha gente podrá encontrarlo como muy básico y algo limitado.

Mucho tiempo ha transcurrido ya desde que surgió la idea de desarrollar este proyecto. Por fortuna, las dificultades que por el camino han surgido no han impedido que Planeta Utopía saliera adelante. Si bien es cierto que quedan por pulir algunos aspectos técnicos de configuración respecto al libro de visitas y al apartado de “noticias y agenda”, hoy podemos presentaros este trabajo que esperamos sea de vuestro agrado e incluso os pueda servir de apoyo y como “herramienta de uso para el ciudadano del mundo”.

Podéis encontrarlo en la web: http://www.planetautopia.org

viernes, 13 de marzo de 2009

Política de verdad

La verdad es que, no siendo nada nuevo, me llama la atención lo "animada" que está la vida política: las intrigas de la Comunidad de Madrid, los acuerdos y desacuerdos que hay y habrá en Euskadi para el nuevo gobierno, si se formará o no uno nuevo a nivel general... Uno tiene que hacer verdaderos esfuerzos para abstraerse a ese bombardeo mediático que, por cierto, tan diferente es dependiendo del canal, emisora o periódico que se esté escuchando. Sinceramente, me hartan. Pero he de reconocer que, tanto los medios de comunicación como los políticos, están haciendo lo que se puede esperar de ellos. Envueltos como están en una lucha sin cuartel contra los que no piensan como ellos, tratan de demostrar a todas horas que, como siempre, ellos sí tienen razón y los otros no. ¡Qué casualidad! Si solamente la inteligencia social y la buena voluntad sincera brillasen en nuestra sociedad con una intensidad similar a la que tienen hoy día tantos y tantos egos hambrientos de supremacía... bueno, no sé si este planeta sería jauja, pero entiendo que casi.

Mientras ese momento llega, prefiero retirarme a practicar política de verdad, con mayúsculas: la que ejerzo cuando decido qué y cómo comprar, mi relación con el dinero y con el trabajo, cuando establezco mis prioridades sobre el uso de mi tiempo, cuando considero con juicio crítico ver una programación de televisión y no otra, cuando filtro las noticias que escucho, cuando tengo claro que para mí y los míos quiero un futuro y no otro, cuando interacciono asociativamente con colectivos de gente realmente dispuestos a crear sociedad... sí, sí, no nos engañemos: hoy en día es ahí donde hacemos política. Al fin y al cabo, un gobierno y una clase política no son más que el reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Mientras esta no vaya cambiando... no esperemos milagros por parte de los profesionales del escaño; ellos seguirán enfrascados en su competición particular, con esa visión infantil que, no olvidemos, impregna nuestro entorno. ¿Te apuntas también a hacer política de verdad?

viernes, 20 de febrero de 2009

Liberación de Lenny

Hoy voy a hablaros de la liberación de Lenny. En contra de lo que pudiera parecer a muchos, no se trata de una noticia escabrosa ni ningún suceso de esos que tanto abundan en las noticias. Esta vez no se trata de ninguna noticia política, ni de bandas armadas con rehenes, ni delincuentes que salen de prisión, ni nada parecido.

Porque Lenny, para los desconocedores del mundo de la informática alternativa y el sistema operativo GNU/Linux (que me disculpen aquellos para quienes esta explicación es innecesaria), es el nombre de la nueva versión estable que el equipo de desarrolladores de la distribución Debian acaba de lanzar (de ahí lo de la "liberación"). Un sistema operativo libre, con licencia pública de distribución, con software que también es libre, y que entronca con una tradición que se va forjando poco a poco, en una nueva cultura de compartir conocimientos y tecnología (Podéis encontrar más información al respecto en http://www.debian.org ). Estos programas y sistemas no tienen un dueño concreto y personal, sino que pertenecen a la comunidad, y tienen una licencia para evitar que alguien quiera apropiarse de ellos. Cualquiera con los conocimientos necesarios puede realizar aportaciones para la mejora de estos programas, y esta es una de las razones de su rapidísima evolución y desarrollo.

Estamos ante otra demostración más de que otro modo de desarrollo, más cooperativo y en equipo, es posible. Es la típica noticia que no suele salir en las noticias ni en los grandes medios de masas. Es algo sin emoción ni dramatismo, sin morbo, sin espectacularidad... ¡malo para pretender ser una gran noticia!

Lo siento por aquellos que esperaban leer aquí algo más espectacular, acorde a lo que el título podía prometer. Pero la nueva realidad va construyéndose a base de noticias silenciosas y silenciadas, sin hacer ruido, sin épica aparente. No serán los famosos ni nadie de los que están en lo alto de la pirámide quienes construirán algo nuevo. Se hará desde la base o no se hará. Y cuando algo se haga desde arriba... sólo se materializará si tiene un eco desde abajo. También por eso Jesús de Nazaret fue hijo del carpintero, en lugar de haberlo sido del gobernador.

Pero necesitamos volver a ser conscientes de nuestro poder y responsabilidad de decisión como elementos de la base. Y esto va mucho más allá de votar en las elecciones a las que nos convoquen los de arriba. Y eso, a su vez, comienza por hacernos conscientes de nosotros mismos.

lunes, 9 de febrero de 2009

Camino

Andaba yo pensando algún tema sobre el que escribir. Y no es que uno no tenga nada interesante en su vida, qué va; la considero suficientemente plena e intensa, aunque muchas veces no en el sentido en que hoy en día se entiende la intensidad ni la plenitud. Pero buscaba yo algún tema "para todos los públicos", no sólo para "iniciados" en algunas aficiones o temas que conozco y que, desafortunadamente, sólo suenan conocidos para una reducida minoría.

Y ayer casualmente me topé de bruces con lo que buscaba. Ahora lo escribo, no ya como pensaba (para "cumplir" con mis visitantes), sino más como una necesidad vital. Necesito compartir mis impresiones sobre tal experiencia.

Fui al cine a ver la película "Camino". Hay ocasiones en las que uno va al cine, se entretiene un rato y ya está. Después de la sesión sólo quedarán cuatro vagos recuerdos y aquellos pequeños momentos en que nos sorprendió, nos emocionó o nos hizo reir a carcajadas. Y generalmente opinaremos: "no estuvo mal", o "un poco floja, para mi gusto", "muy empalagosa", "demasiado previsible", etc.

Pero ayer no ocurrió tal cosa. Yo no sé si el lector habrá visto esta película; para aquellos que no, decir (para saber un poco de qué estamos hablando) es una historia inspirada en un caso real, de una niña con un cáncer muy agresivo, y su vida y la de los suyos en los últimos meses. Hay veces en las que, sin esperarlo, nos topamos con el sufrimiento y la desesperación elevados al infinito, y este nos toca, más aún nos trastoca, nos deja noqueados y no sabemos qué decir, ni qué pensar, ni cómo reaccionar, ni qué sentido tiene todo. Aún un día después, me cuesta apartar de mi mente ese rostro desencajado de dolor y tristeza que sólo un tiempo atrás era una alegre y preciosa niña de ojos redondos y brillantes ilusionada con un mundo que empezaba a conocer desde su incipiente adolescencia.

Alguien podrá decir, no falto de verdad ni de razón, que estas cosas y situaciones existen desde que el mundo es mundo, que es ley de vida, que "parece mentira que te des cuenta ahora de que esto pasa", "yo conozco tal caso parecido", etc. De acuerdo, lo reconozco, ahí no discutiré. Soy débil y frágil. Y es cierto también que este planeta está lleno de situaciones de extremo sufrimiento, que aquellos que deciden -con nuestro consentimiento y complicidad a veces involuntaria- no hacen sino permitir que día tras día haya más y más. Tal vez soy de esos pobres ilusos que todavía hoy, en estos tiempos que corren, piensan que este mundo puede también ser fuente de felicidad, alegría y plenitud.

Pero, qué queréis que os diga. También Jesús lloró amargamente cuando vio muerto a su amigo Lázaro. Porque algo ocurre cuando ponemos un rostro, nombre y apellidos a una situación, a un problema abstracto, por muy conocido que sea. Porque entonces se hace nuestro, nos hacemos arte y parte. Es cuando ya no valen razonamientos, ni valoraciones objetivas, ni frios análisis de la realidad. Y su batalla por aferrarse a la vida se hace también nuestra bandera.

Y siendo mi bandera, me sublevo y rebelo contra la idea de la resignación, la de la negación de la dignidad por conseguir la perfección. Protesto contra la idea que subyace en muchos personajes, por la que "estamos aquí para eso". Y si es necesario, me levanto en armas con formato texto contra la idea que también aparece, de "buscar mártires para la causa". Señores, basta de desear dolor ajeno para unos ideales, los que sean. En el mundo hay demasiados mártires ya. Por favor. Basta de manipular corazones sencillos. Porque no todo vale "por la causa"; sobre todo cuando esta causa es un concepto abstracto y bastante discutible. Es espeluznante cómo algunas personas han transformado y desvirtuado la palabra "amor". Se suele acusar a los frívolos y hedonistas de hacerlo; pero ahora yo acuso a otros que me dan más miedo aún: a quienes lo equiparan con negación, resignación y dolor gratuito. Gente que suelen pedir a otros grandes niveles de perfección y virtud, casi siempre a través de normas y leyes y muy pocas veces con amor y compasión, que es lo que este mundo realmente necesita. La vida en su naturaleza ya es suficientemente complicada como para que contribuyamos a hacerla más aún con absurdas competiciones entre el bien (nosotros) y el mal (los que piensan distinto), sobre quién es más puro y mejor. Por favor.

sábado, 24 de enero de 2009

El vendedor

Hola a todos,

Hoy voy a contaros una pequeña historia.

"Esto era un hombre que empezó a trabajar como vendedor de una innovadora máquina doméstica. Estaba realmente fascinado con las posibilidades que esa máquina daba, y en poco tiempo leyó y aprendió mucho sobre ella, convirtiéndose en un verdadero entendido en la materia.
También estudió sobre cómo ser un buen vendedor. Comprendió que debía ser consecuente con lo que decía, para poder ser creíble. Así que él mismo compró una máquina; estaba bien poder decir que él mismo la tenía.
Un día, llegó a una casa donde sintió una corazonada que le decía que ahí podía ser buen sitio para vender su máquina. Bueno, no sólo fue por la corazonada; también por todo aquello que sabía sobre el tipo de público que podía querer esa máquina, el barrio en el que estaba, etc. Llamó con aplomo y decisión. Le abrió una mujer de mediana edad. Tras presentarse y decir a la mujer el propósito de su visita, fue amáblemente invitado a pasar y a explicarle todo sobre la máquina. Nuestro amigo vendedor se desenvolvió como una perfecta enciclopedia; supo exponer todo aquello que él entendía como más importante sobre la máquina, incluyendo también algunas anécdotas y curiosidades que hicieron más amena su exposición. Tampoco olvidó comentar que "él mismo tenía también esa máquina en su casa". Todo parecía ir sobre ruedas, sentía que estaba
consiguiendo aumentar el interés y la atención de la mujer por momentos.
Hasta que él le preguntó:
- Bueno, ¿qué le parece?
- Realmente interesante; en especial lo que ha dicho de que usted también tiene la máquina en su casa. Así que me gustaría saber algo más, algo relativo a su experiencia personal: ¿Qué opinan su mujer y su familia al respecto? ¿Cómo utilizan la máquina en su casa? ¿Han tenido averías, o dificultades de funcionamiento? ¿Quién la utiliza, principalmente? ¿Realmente ahorran ustedes mucho tiempo con respecto a antes de tenerla? ¿Cómo organizan ese tiempo? ¿Sienten que, realmente, su vida ha cambiado? ¿En qué medida?
Nuestro amigo vendedor se sintió aturdido y desconcertado. Sólo acertó a responder: "lo siento, pero es que no sé qué contestarle; realmente estoy muy poco tiempo en mi casa, pues tengo que pasar muchas horas en mi trabajo vendiendo máquinas".
Y la mujer, con una condescendiente sonrisa y suaves palmadas en la espalda, lo acompañó a la puerta. Tal vez en otra ocasión, cuando tuviese esa información que nuestro especialista no pudo darle, quedaría interesada en comprar la máquina."

No sé vosotros; pero me veo en muchas ocasiones, a mí y a otros de mi entorno, como protagonista de esta historia, como el vendedor que conocía la teoría pero tenía pocas vivencias directas que transmitir, sobre tantos y tantos temas sobre los que teorizamos y a veces incluso dogmatizamos y consideramos a los que no piensan igual como "ignorantes", "intolerantes", "cerrados", etc.

¿Tú cómo lo ves? ¿Te suena también esta historia?

miércoles, 14 de enero de 2009

Guerras de Religión

Desde hace ya algún tiempo las cosas andan un tanto revueltas en Oriente próximo. Sí, el tema de siempre: los Palestinos y los Judíos. Miles de análisis se hacen también al respecto: que si los malos son los Israelitas que desproporcionan su respuesta sin hacer caso a las resoluciones de la ONU, que si los palestinos están locos con sus atentados suicidas... Y lo peor es que no parece verse solución a la situación. ¡Más de cuarenta años después de que comenzara, y todo sigue enquistado, y sin esperanza!

También aquí se buscan más culpables que soluciones. Yo, cuando lo pienso con un mínimo de detenimiento, fuera del fragor de la opinión del primer momento, me asusta la idea de prejuzgar a nadie, porque no sé cómo pensaría y hasta qué nivel sería capaz de odiar si estuviese viviendo personalmente esa situación, tanto en un bando como en el otro. Sí, las espirales de odio y violencia son poderosas; y normalmente las respuestas airadas y "contundentes" más las alimentan que otra cosa.

Se dice que son conflictos religiosos. Yo más bien pienso que en ellos se utiliza parte del concepto religioso como arma arrojadiza. Porque difícilmente tiene justificación religiosa cualquier acto violento. ¡Es increíble la capacidad que hemos esgrimido los seres humanos a lo largo de la historia para transformar y adaptar las religiones a nuestra conveniencia de cada momento!

Porque no, no puedo pensar que el sentimiento religioso real está presente cuando mandan el odio y la violencia. Eso no es religión, sino sectarismo. Porque la dualidad no es real. Porque no hay que elegir entre el bien de unos y el mal de otros; porque el mal de otros nunca traerá mi bien (al menos, mi bien real).

Alguien dijo que sí, que la dualidad existe, existe el bien y el mal, como existen el frio y el calor. Cuando escuché eso, me alegré; por una vez mi lado de pensamiento cientifista iba a ayudarme en una cuestión trascendente.
Cualquier que sabe algo de física, ha oído que el frio, como energía contrapuesta al calor, no existe. Sólo existe el calor. El frio no es más que ausencia de calor, pero no otra energía diferenciada de distinto signo. De forma que, si ahí todo lo podemos medir en concepto de "niveles de calor" (una ausencia muy grande de calor es lo que llamamos "frio"), también quiero medir todo en niveles de "bien", y una ausencia muy grande de bien, sería lo que llamamos "mal".

¿Quérrá eso decir que siempre podemos encontrar un componente de "bien" entre aquellos que consideramos "malos"? Quiero pensarlo así. ¿Y podremos incluso potenciarlo? ¿E incluso llegar a aprender algo de ellos? Seguro que sí, aunque ya dependerá de cada uno de nosotros.

El que todos tengan "algo bueno" no sirve para justificar las ideologías intolerantes y excluyentes. Más bien al contrario, nos demuestra que no puede aniquilarse a una parte que teóricamente no tiene razón, para que triunfe la otra que sí que la tiene. Dejaríamos una realidad incompleta, una realidad que no es real, que no es humana ni humanizante.

Recientemente ha habido alguna polémica sobre autobuses que anunciaban que "Dios no existe" y otros que "Dios sí existe". Sinceramente: Ojalá que las llamadas "guerras de religión" se limitasen a eso. ¿No te parece?

domingo, 4 de enero de 2009

La dichosa crisis

Buenas,

Ya estamos de nuevo por aquí. Últimamente se me había pedido pública y privadamente que escribiera algo sobre la crisis. Puse un pequeño comentario en una entrada anterior, y también la famosa encuesta. Y dado que no soy economista, pero sí que tuve que aprobar una asignatura llamada "economía" cuando estudiaba administrativo, pues vamos a ponernos a ello.

En primer lugar, hay que decir que sobre esto se ha dicho ya todo o casi todo. Si buscamos ahora mismo en google la palabra "crisis"... bueno, pues tenemos para leer sin parar probablemente durante años. Hay explicaciones técnicas excelentes, como las que nos propone Leopoldo Abadía en su blog. También hay análisis de todo tipo de personajes que se consideran con autoridad para emitir un juicio moral sobre el tema, porque es lo que se lleva. Hasta la prensa rosa opina sobre el asunto, de forma que a veces parece haberse banalizado. Ya se habla sobre cuánto durará esto, cuánto nos apretará y cómo saldremos como si se hablara de quién ganará la liga de fútbol o qué tipo de camisetas se llevarán el próximo verano. Y es que claro; en democracia, todos opinamos y decidimos... y se nos va olvidando que tenemos dos oídos y sólo una boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos.

Como ya digo, no voy a hacer nuevas aclaraciones técnicas sobre lo que se ha explicado ya, muy bien por cierto en algunos sitios. Pero se me ocurren algunas reflexiones:

Parece haberse localizado al culpable: los que elaboraron, diseñaron, distribuyeron y mundializaron las famosas "hipotecas basura". ¡Qué bien cuando se encuentra un culpable! Ya tenemos a quién satanizar, a quién culpabilizar, a quién decir: "paga tú la que has preparado". Yo no sé si entre nosotros habrá mucha gente que habría evitado este proceder en caso de haberse visto trabajando en el mundo financiero, o si le hubiésemos reprochado a un familiar directo el haberlo hecho. Y no pretendo justificar su actuación, sólo me hago esa pregunta, y os invito a hacérosla.

Reprochamos a las empresas que quieren "sacar tajada" de todo esto. Resulta indignante que no puedan soportar un "pequeño período" de pérdidas, así como antes tuvieron ganancias. Pero tampoco veo, entre los ambientes en los que ando, con gente de clase media, que nadie esté dispuesta a perder nada a nivel particular. Supongo que si yo puedo decir "yo no he ocasionado esto", hay muchos jefes y empresarios que podrían decir lo mismo con tanta razón como yo. Porque no hay que olvidar que yo también me he beneficiado en mi nivel de vida, por ejemplo, de que a los países del llamado "Tercer Mundo" se les haya explotado. Es sorprendente la facilidad que tenemos para situarnos en todos los debates como parte del "sector perjudicado".

Seguimos más centrados en buscar culpables que en encontrar soluciones. Claro, es más entretenido, y podemos seguir remarcando una vez más que la culpa la tienen otros, como casi siempre. Y cuando se buscan soluciones, suelen ser de linchamiento hacia los culpables, o parches y arreglos para salir del paso. Pocas veces se habla de cambios de fondo.

¿Y qué es un "cambio de fondo"? Pues probablemente no pueda ser menos que un replanteamiento de modelo socio-económico de vida, porque si algo creo que nos enseña esta crisis es que el modelo actual no es sostenible. Sí, sí, ese modelo que tanto criticamos muchas veces pero que no estamos dispuestos a abandonar tan fácilmente; ese modelo que creemos que ya es ecológico por separar los residuos en contenedores de colores diferentes. Ese modelo que considera que hay que producir bienes de consumo hasta el infinito, aunque no sean necesarios, para que todo funcione.

Puede que haya llegado el momento de librarse de miedos; incluso del miedo al cambio. ¿A ti qué te parece?