Superdotados
Frecuentemente oímos hablar sobre superdotados. Son personas que tienen una capacidad mental que está muy por encima del común de los mortales. Destacan en una o varias disciplinas de la vida: son o han sido famosos en su trabajo o actividad. Grandes músicos, deportistas, investigadores, científicos, filósofos, escritores. Transmiten envidia y/o admiración a la gente de a pie, pues parecen haber conseguido ese reconocimiento tan ansiado por el ser humano.
Sin embargo, muy frecuentemente, si nos ponemos a indagar en el conjunto de su vida, solemos encontrarnos con importantes sorpresas: vidas llenas de fracasos a otros niveles, desencuentros, crisis internas, soledad... demasiado frecuentemente, vidas infelices en su conjunto. Vidas que cayeron en el olvido, siendo sólamente recordada "su actividad".
Hoy yo quería hablar de otro tipo de "superdotados". Pensaba, por ejemplo, en la persona que está cuidando a mis padres. Esta mujer pasa las veinticuatro horas del día en casa con mis padres, cuidando que no les falte ni les pase nada. Desde el domingo a la noche hasta el sábado al mediodía. El resto del tiempo está con familiares, y trata de contactar con sus hijos que se encuentran en su país, a los que no ve desde hace años. Pese a lo duro que esto parezca y de hecho tiene que serlo, siempre tiene una palabra de alegría, un gesto de amabilidad y de ilusión.
No ha perdido la capacidad de los niños de maravillarse ante los milagros cotidianos de la vida. Sabe que las personas mayores son limitadas, más limitadas aún que nosotros (que también lo somos). Sabe que, si las cosas van bien, algún día nosotros también seremos parte de ese limitado (en sus capacidades, que no en número) colectivo. Además, no sólo lo sabe en su cabeza, sino que lo tiene integrado en su ser.
Hoy yo quería homenajear con este escrito a todos aquellos verdaderos "superdotados" que el mundo ha dado. Todos aquellos que sí que han contribuído a un mundo mejor y más humano; no sólo por un gran descubrimiento o por una especial habilidad en un tema concreto, sino que han sabido transmitir alegría y esperanza a su alrededor, y han creado verdaderos lazos humanos. Gente que ha sido de verdad importante para las vidas de otros. Porque, cuando indaguemos en sus trayectorias, seguramente encontraremos, además de las dificultades propias de toda persona, mucho amor y mucha plenitud; vidas que no caerán en el olvido, sino que habrán sido verdaderamente importantes para aquellos que los conocieron. No sólo serán admirados por su capacidad, serán queridos por su insustituible aportación a este mundo que necesita tantos y tantos como ellos. Pese a que no posean capacidades de las que suelen reconocerse públicamente.
Gracias por ellos.
Sin embargo, muy frecuentemente, si nos ponemos a indagar en el conjunto de su vida, solemos encontrarnos con importantes sorpresas: vidas llenas de fracasos a otros niveles, desencuentros, crisis internas, soledad... demasiado frecuentemente, vidas infelices en su conjunto. Vidas que cayeron en el olvido, siendo sólamente recordada "su actividad".
Hoy yo quería hablar de otro tipo de "superdotados". Pensaba, por ejemplo, en la persona que está cuidando a mis padres. Esta mujer pasa las veinticuatro horas del día en casa con mis padres, cuidando que no les falte ni les pase nada. Desde el domingo a la noche hasta el sábado al mediodía. El resto del tiempo está con familiares, y trata de contactar con sus hijos que se encuentran en su país, a los que no ve desde hace años. Pese a lo duro que esto parezca y de hecho tiene que serlo, siempre tiene una palabra de alegría, un gesto de amabilidad y de ilusión.
No ha perdido la capacidad de los niños de maravillarse ante los milagros cotidianos de la vida. Sabe que las personas mayores son limitadas, más limitadas aún que nosotros (que también lo somos). Sabe que, si las cosas van bien, algún día nosotros también seremos parte de ese limitado (en sus capacidades, que no en número) colectivo. Además, no sólo lo sabe en su cabeza, sino que lo tiene integrado en su ser.
Hoy yo quería homenajear con este escrito a todos aquellos verdaderos "superdotados" que el mundo ha dado. Todos aquellos que sí que han contribuído a un mundo mejor y más humano; no sólo por un gran descubrimiento o por una especial habilidad en un tema concreto, sino que han sabido transmitir alegría y esperanza a su alrededor, y han creado verdaderos lazos humanos. Gente que ha sido de verdad importante para las vidas de otros. Porque, cuando indaguemos en sus trayectorias, seguramente encontraremos, además de las dificultades propias de toda persona, mucho amor y mucha plenitud; vidas que no caerán en el olvido, sino que habrán sido verdaderamente importantes para aquellos que los conocieron. No sólo serán admirados por su capacidad, serán queridos por su insustituible aportación a este mundo que necesita tantos y tantos como ellos. Pese a que no posean capacidades de las que suelen reconocerse públicamente.
Gracias por ellos.
Comentarios
Aga
Ser luz y sal en estos días y en este nuestro pueblo no es tarea fácil, ánimo a todos los que se levantan cada día con la esperanza en un mundo nuevo más justo.