Política de verdad
La verdad es que, no siendo nada nuevo, me llama la atención lo "animada" que está la vida política: las intrigas de la Comunidad de Madrid, los acuerdos y desacuerdos que hay y habrá en Euskadi para el nuevo gobierno, si se formará o no uno nuevo a nivel general... Uno tiene que hacer verdaderos esfuerzos para abstraerse a ese bombardeo mediático que, por cierto, tan diferente es dependiendo del canal, emisora o periódico que se esté escuchando. Sinceramente, me hartan. Pero he de reconocer que, tanto los medios de comunicación como los políticos, están haciendo lo que se puede esperar de ellos. Envueltos como están en una lucha sin cuartel contra los que no piensan como ellos, tratan de demostrar a todas horas que, como siempre, ellos sí tienen razón y los otros no. ¡Qué casualidad! Si solamente la inteligencia social y la buena voluntad sincera brillasen en nuestra sociedad con una intensidad similar a la que tienen hoy día tantos y tantos egos hambrientos de supremacía... bueno, no sé si este planeta sería jauja, pero entiendo que casi.
Mientras ese momento llega, prefiero retirarme a practicar política de verdad, con mayúsculas: la que ejerzo cuando decido qué y cómo comprar, mi relación con el dinero y con el trabajo, cuando establezco mis prioridades sobre el uso de mi tiempo, cuando considero con juicio crítico ver una programación de televisión y no otra, cuando filtro las noticias que escucho, cuando tengo claro que para mí y los míos quiero un futuro y no otro, cuando interacciono asociativamente con colectivos de gente realmente dispuestos a crear sociedad... sí, sí, no nos engañemos: hoy en día es ahí donde hacemos política. Al fin y al cabo, un gobierno y una clase política no son más que el reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Mientras esta no vaya cambiando... no esperemos milagros por parte de los profesionales del escaño; ellos seguirán enfrascados en su competición particular, con esa visión infantil que, no olvidemos, impregna nuestro entorno. ¿Te apuntas también a hacer política de verdad?
Mientras ese momento llega, prefiero retirarme a practicar política de verdad, con mayúsculas: la que ejerzo cuando decido qué y cómo comprar, mi relación con el dinero y con el trabajo, cuando establezco mis prioridades sobre el uso de mi tiempo, cuando considero con juicio crítico ver una programación de televisión y no otra, cuando filtro las noticias que escucho, cuando tengo claro que para mí y los míos quiero un futuro y no otro, cuando interacciono asociativamente con colectivos de gente realmente dispuestos a crear sociedad... sí, sí, no nos engañemos: hoy en día es ahí donde hacemos política. Al fin y al cabo, un gobierno y una clase política no son más que el reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Mientras esta no vaya cambiando... no esperemos milagros por parte de los profesionales del escaño; ellos seguirán enfrascados en su competición particular, con esa visión infantil que, no olvidemos, impregna nuestro entorno. ¿Te apuntas también a hacer política de verdad?
Comentarios
Definitivamente, me apunto a la política de verdad, donde todo comienza por ser responsables con uno mismo, con su entorno y entonces se puede ver lo demás con la misma responsabilidad.
Feliz inicio de semana.
Desde luego que intercambiaremos ideas, percepciones, convicciones, etc.
Muy pronto os presentaré a todos una pequeña herramienta de "Política de verdad": la web del Proyecto Planeta Utopía. Está al caer.
Me has enviado un enlace a una página que quería poner en la sección Links y Noticias pero al acceder a http://www.planetautopia.org/ me da un error.
En cuanto esté disponible dímelo y coloco el enlace desde mi página.
Un saludo.
Un saludo.