La dichosa crisis
Buenas,
Ya estamos de nuevo por aquí. Últimamente se me había pedido pública y privadamente que escribiera algo sobre la crisis. Puse un pequeño comentario en una entrada anterior, y también la famosa encuesta. Y dado que no soy economista, pero sí que tuve que aprobar una asignatura llamada "economía" cuando estudiaba administrativo, pues vamos a ponernos a ello.
En primer lugar, hay que decir que sobre esto se ha dicho ya todo o casi todo. Si buscamos ahora mismo en google la palabra "crisis"... bueno, pues tenemos para leer sin parar probablemente durante años. Hay explicaciones técnicas excelentes, como las que nos propone Leopoldo Abadía en su blog. También hay análisis de todo tipo de personajes que se consideran con autoridad para emitir un juicio moral sobre el tema, porque es lo que se lleva. Hasta la prensa rosa opina sobre el asunto, de forma que a veces parece haberse banalizado. Ya se habla sobre cuánto durará esto, cuánto nos apretará y cómo saldremos como si se hablara de quién ganará la liga de fútbol o qué tipo de camisetas se llevarán el próximo verano. Y es que claro; en democracia, todos opinamos y decidimos... y se nos va olvidando que tenemos dos oídos y sólo una boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos.
Como ya digo, no voy a hacer nuevas aclaraciones técnicas sobre lo que se ha explicado ya, muy bien por cierto en algunos sitios. Pero se me ocurren algunas reflexiones:
Parece haberse localizado al culpable: los que elaboraron, diseñaron, distribuyeron y mundializaron las famosas "hipotecas basura". ¡Qué bien cuando se encuentra un culpable! Ya tenemos a quién satanizar, a quién culpabilizar, a quién decir: "paga tú la que has preparado". Yo no sé si entre nosotros habrá mucha gente que habría evitado este proceder en caso de haberse visto trabajando en el mundo financiero, o si le hubiésemos reprochado a un familiar directo el haberlo hecho. Y no pretendo justificar su actuación, sólo me hago esa pregunta, y os invito a hacérosla.
Reprochamos a las empresas que quieren "sacar tajada" de todo esto. Resulta indignante que no puedan soportar un "pequeño período" de pérdidas, así como antes tuvieron ganancias. Pero tampoco veo, entre los ambientes en los que ando, con gente de clase media, que nadie esté dispuesta a perder nada a nivel particular. Supongo que si yo puedo decir "yo no he ocasionado esto", hay muchos jefes y empresarios que podrían decir lo mismo con tanta razón como yo. Porque no hay que olvidar que yo también me he beneficiado en mi nivel de vida, por ejemplo, de que a los países del llamado "Tercer Mundo" se les haya explotado. Es sorprendente la facilidad que tenemos para situarnos en todos los debates como parte del "sector perjudicado".
Seguimos más centrados en buscar culpables que en encontrar soluciones. Claro, es más entretenido, y podemos seguir remarcando una vez más que la culpa la tienen otros, como casi siempre. Y cuando se buscan soluciones, suelen ser de linchamiento hacia los culpables, o parches y arreglos para salir del paso. Pocas veces se habla de cambios de fondo.
¿Y qué es un "cambio de fondo"? Pues probablemente no pueda ser menos que un replanteamiento de modelo socio-económico de vida, porque si algo creo que nos enseña esta crisis es que el modelo actual no es sostenible. Sí, sí, ese modelo que tanto criticamos muchas veces pero que no estamos dispuestos a abandonar tan fácilmente; ese modelo que creemos que ya es ecológico por separar los residuos en contenedores de colores diferentes. Ese modelo que considera que hay que producir bienes de consumo hasta el infinito, aunque no sean necesarios, para que todo funcione.
Puede que haya llegado el momento de librarse de miedos; incluso del miedo al cambio. ¿A ti qué te parece?
Ya estamos de nuevo por aquí. Últimamente se me había pedido pública y privadamente que escribiera algo sobre la crisis. Puse un pequeño comentario en una entrada anterior, y también la famosa encuesta. Y dado que no soy economista, pero sí que tuve que aprobar una asignatura llamada "economía" cuando estudiaba administrativo, pues vamos a ponernos a ello.
En primer lugar, hay que decir que sobre esto se ha dicho ya todo o casi todo. Si buscamos ahora mismo en google la palabra "crisis"... bueno, pues tenemos para leer sin parar probablemente durante años. Hay explicaciones técnicas excelentes, como las que nos propone Leopoldo Abadía en su blog. También hay análisis de todo tipo de personajes que se consideran con autoridad para emitir un juicio moral sobre el tema, porque es lo que se lleva. Hasta la prensa rosa opina sobre el asunto, de forma que a veces parece haberse banalizado. Ya se habla sobre cuánto durará esto, cuánto nos apretará y cómo saldremos como si se hablara de quién ganará la liga de fútbol o qué tipo de camisetas se llevarán el próximo verano. Y es que claro; en democracia, todos opinamos y decidimos... y se nos va olvidando que tenemos dos oídos y sólo una boca para que escuchemos el doble de lo que hablamos.
Como ya digo, no voy a hacer nuevas aclaraciones técnicas sobre lo que se ha explicado ya, muy bien por cierto en algunos sitios. Pero se me ocurren algunas reflexiones:
Parece haberse localizado al culpable: los que elaboraron, diseñaron, distribuyeron y mundializaron las famosas "hipotecas basura". ¡Qué bien cuando se encuentra un culpable! Ya tenemos a quién satanizar, a quién culpabilizar, a quién decir: "paga tú la que has preparado". Yo no sé si entre nosotros habrá mucha gente que habría evitado este proceder en caso de haberse visto trabajando en el mundo financiero, o si le hubiésemos reprochado a un familiar directo el haberlo hecho. Y no pretendo justificar su actuación, sólo me hago esa pregunta, y os invito a hacérosla.
Reprochamos a las empresas que quieren "sacar tajada" de todo esto. Resulta indignante que no puedan soportar un "pequeño período" de pérdidas, así como antes tuvieron ganancias. Pero tampoco veo, entre los ambientes en los que ando, con gente de clase media, que nadie esté dispuesta a perder nada a nivel particular. Supongo que si yo puedo decir "yo no he ocasionado esto", hay muchos jefes y empresarios que podrían decir lo mismo con tanta razón como yo. Porque no hay que olvidar que yo también me he beneficiado en mi nivel de vida, por ejemplo, de que a los países del llamado "Tercer Mundo" se les haya explotado. Es sorprendente la facilidad que tenemos para situarnos en todos los debates como parte del "sector perjudicado".
Seguimos más centrados en buscar culpables que en encontrar soluciones. Claro, es más entretenido, y podemos seguir remarcando una vez más que la culpa la tienen otros, como casi siempre. Y cuando se buscan soluciones, suelen ser de linchamiento hacia los culpables, o parches y arreglos para salir del paso. Pocas veces se habla de cambios de fondo.
¿Y qué es un "cambio de fondo"? Pues probablemente no pueda ser menos que un replanteamiento de modelo socio-económico de vida, porque si algo creo que nos enseña esta crisis es que el modelo actual no es sostenible. Sí, sí, ese modelo que tanto criticamos muchas veces pero que no estamos dispuestos a abandonar tan fácilmente; ese modelo que creemos que ya es ecológico por separar los residuos en contenedores de colores diferentes. Ese modelo que considera que hay que producir bienes de consumo hasta el infinito, aunque no sean necesarios, para que todo funcione.
Puede que haya llegado el momento de librarse de miedos; incluso del miedo al cambio. ¿A ti qué te parece?
Comentarios
¿De qué vale decir cómo sería un mundo mejor, cuando haces lo que critícas (me aplico el cuento), eres una pieza más del entramado del sistema (yo también)....y yo qué se que más?
Algo no funciona. Este mundo no es posible ni justo, eso no tiene vuelta atrás. La verdadera crisis está por llegar.
No sé si la hipocresía es tuya, cada uno sabrá si la tiene o no. No todo lo que decimos que escapa del discurso habitual de nuestros círculos, va como algo personal contra nadie. Quien sabe que no tiene que ver con lo que digo, no puede sentirse ofendido por algo que no va con él.
Y no sé si sabes leer, pero escribo en primera persona del plural, es decir; eso significa que me incluyo en lo que estoy poniendo. Se da por entendido que por supuesto que tendré que aplicarme el cuento. Eso son pajas mentales que surjen desde mí, y no para decir a nadie: "haced, hagan, o deberíais..."
No he empezado así ninguno de mis artículos, y espero no hacerlo.
No siempre podremos poner lo que los demás esperan que pongamos. Y me parece bien que tú hagas lo propio.
Saludos
En parte me ha salido el tiro por la culata.
Pero la idea en esencia está: meter un poco de cizaña...porque el tema lo merece.
Las interpretaciones son libres...el lenguaje (escrito en este caso) al igual que las personas es imperfecto.
שלום
lo jodido es que en este mundo además de los malos también están los más malos, los peores y los mucho peores...y todos estos siempre tienen algún jefe.
Bueno, a ver si alguien más se anima a opinar sobre la crisis!!!
Un saludo.