Los 40 Principales
Hola otra vez,
Como dije en mi anterior escrito, era una época en la que había mucho que escribir, mucho que contar, mucho que compartir. Así que aquí va la siguiente entrega. Esta va dedicada a los 40 Principales.
Y no, no me refiero a esa emisora de música que tengo el gusto de no utilizar. Incluso me fastidia desperdiciar un par de líneas de texto mencionándolos. Me refiero a la fiesta y el vídeo que se organizaron por mi 40 cumpleaños.
Suele decirse que las cosas no deben darse por sobreentendidas, y que el movimiento se demuestra andando. Pues bien, fue una increíble demostración de afecto por parte de mucha gente, a la que yo ahora quiero responder con este escrito y no dar por sobreentendido mi agradecimiento. Una vez más, gracias de verdad por todo ese trabajo; por haberlo hecho sin que me enterara; por haber involucrado a tanta gente; por haber hecho algo tan difícil y tan bien hecho; por haber conseguido un local tan acogedor; por haber participado en la fiesta, o simplemente por haberlo intentado. Puedo decir, en definitiva, que si un día alguien escribiese mi biografía, aunque fuese sólo un libro de 30 páginas, tendría ineludiblemente que hacer alusión a esa fiesta y al vídeo.
Era la mejor forma posible, sin duda, de entrar en esos 40 que tienen algo de mágico. Y digo mágico, no por decir, sino porque para mí tienen un componente de incertidumbre y esperanza, como cuando se espera algo nuevo, que no había sentido antes. Veo evolucionar la situación de mis padres, y la mía propia, tanto a nivel personal y social como laboral. Vienen grandes desafíos; tiempos en los que habrá que ponerse las pilas bien puestas. Tiempos en los que no va a valer mirar para otro lado, y pasar el rato esperando otro momento más favorable. Tiempos en los que no voy a poder echar más "balones fuera". Tiempos en los que puedo ser, cada vez un poco más, dueño de mi propio destino. Incluso, percibo como si las obras que me rodean, tanto en el portal como el la calle, y antes también en casa de mi madre, no son sino el reflejo de las "reparaciones internas" que también estoy afrontando. Ahora está todo un poco "patas arriba"; pero, como dice la gente, "tiene pinta de que va a quedar bastante bien".
Estoy convencido de que así será. Y, desde luego, será todo más fácil gracias a los grandes amigos con los que cuento (como bien dice Aga: "sólo no puedes, con amigos sí"). Gracias una vez más a todos por estar.
Como dije en mi anterior escrito, era una época en la que había mucho que escribir, mucho que contar, mucho que compartir. Así que aquí va la siguiente entrega. Esta va dedicada a los 40 Principales.
Y no, no me refiero a esa emisora de música que tengo el gusto de no utilizar. Incluso me fastidia desperdiciar un par de líneas de texto mencionándolos. Me refiero a la fiesta y el vídeo que se organizaron por mi 40 cumpleaños.
Suele decirse que las cosas no deben darse por sobreentendidas, y que el movimiento se demuestra andando. Pues bien, fue una increíble demostración de afecto por parte de mucha gente, a la que yo ahora quiero responder con este escrito y no dar por sobreentendido mi agradecimiento. Una vez más, gracias de verdad por todo ese trabajo; por haberlo hecho sin que me enterara; por haber involucrado a tanta gente; por haber hecho algo tan difícil y tan bien hecho; por haber conseguido un local tan acogedor; por haber participado en la fiesta, o simplemente por haberlo intentado. Puedo decir, en definitiva, que si un día alguien escribiese mi biografía, aunque fuese sólo un libro de 30 páginas, tendría ineludiblemente que hacer alusión a esa fiesta y al vídeo.
Era la mejor forma posible, sin duda, de entrar en esos 40 que tienen algo de mágico. Y digo mágico, no por decir, sino porque para mí tienen un componente de incertidumbre y esperanza, como cuando se espera algo nuevo, que no había sentido antes. Veo evolucionar la situación de mis padres, y la mía propia, tanto a nivel personal y social como laboral. Vienen grandes desafíos; tiempos en los que habrá que ponerse las pilas bien puestas. Tiempos en los que no va a valer mirar para otro lado, y pasar el rato esperando otro momento más favorable. Tiempos en los que no voy a poder echar más "balones fuera". Tiempos en los que puedo ser, cada vez un poco más, dueño de mi propio destino. Incluso, percibo como si las obras que me rodean, tanto en el portal como el la calle, y antes también en casa de mi madre, no son sino el reflejo de las "reparaciones internas" que también estoy afrontando. Ahora está todo un poco "patas arriba"; pero, como dice la gente, "tiene pinta de que va a quedar bastante bien".
Estoy convencido de que así será. Y, desde luego, será todo más fácil gracias a los grandes amigos con los que cuento (como bien dice Aga: "sólo no puedes, con amigos sí"). Gracias una vez más a todos por estar.
Comentarios