Otro año más, seguimos diciendo "Feliz Navidad". No importa que sigamos pensando en las mismas cosas de siempre, no importa que sigamos con las mismas rencillas y estrechez de miras; no importa que nuestra vida siga bloqueada por ese sin fin de obstáculos que nosotros mismos le hemos puesto; tampoco importa que tengamos nuestras espectativas puestas en ese montón de regalos que esperamos, o que pensemos con agobio en todos los que tenemos que hacer.
Pese a eso, seguimos diciendo "Feliz Navidad". Y nos quedamos tan anchos.
Es cierto que hoy en día, la celebración de la Navidad está volviendo a ser sólo lo que ancestralmente fue, la fiesta del solsticio de invierno, que es cuando ya los días van a empezar a crecer. Ya no bajan más; la oscuridad ha llegado al límite. ¿Tal vez nosotros también sentimos estar al límite? ¿Puede este ser un momento para remontar el vuelo? Si por lo menos fuese así... Esto no deja de tener su punto trascendente, al fin y al cabo vivimos y somos parte del Planeta Tierra, aquel en el que esto está ocurriendo.
Porque ya queda muy poco de la Navidad cristiana de verdad, aquella que dió origen al nombre de Navidad. Aquella en que se celebra que vino un niño a la humanidad, con grandes dotes y capacidad, Hijo de Dios para muchos y gran profeta y personalidad universal para otros. En cualquiera de los dos casos, queda todo lo que dijo e hizo; suficiente motivo para Celebrar. Sí, lo he puesto con mayúsculas, porque eso daría lugar a una Celebración con mayúsculas: nada menos que vino alguien que nos demostró con su vida que podemos liberarnos de las ataduras que nosotros mismos y la sociedad nos pone, que somos dueños de nuestra vida, y que eligiendo liberarla con los criterios del Amor seremos felices y podremos desarrollarnos como personas y seres trascendentes que somos. Alguien que, aparte de lo místico y trascendente que esto pueda sonar, no dudó en expulsar del templo a los que hacían negocio a costa de estos temas (esto hoy en día se llamaría "intolerancia" y "fundamentalismo"...) Alguien que, pese a eso, tampoco quiso vincularse con los movimientos "liberadores" partidarios de la violencia. ¡Casi nada!
Tengo mis serias dudas, como casi todos los historiadores, de que el tal Jesús naciese por esas fechas. Pero sinceramente, me da igual; estas fechas no están escogidas al azar; realmente la simbología de que la oscuridad ha tocado techo, y ahí empieza ya un lento crecer de la luz, es el mejor resumen de esta historia. Las casualidades no existen en otros temas y aquí tampoco.
Mi propuesta sería que, por lo menos en esta ocasión, pensáramos algo sobre todo esto al decir "Feliz Navidad", y que seamos capaces de salir un momento de nuestro pequeño mundo de inmediateces, limitaciones, prisas y compromisos sociales, y abrirnos a la Trascendencia Universal que, sea cual sea nuestra creencia, nos afecta en este momento. También si sólo queremos celebrar el solsticio.
¿Lo intentamos? Feliz Navidad.
Blog personal de un Conectador de Mundos que de otra forma tal vez nunca se cruzasen...
Algo nuevo comienza...
¡Hola a todos! Este es mi blog personal. Como bien dice el título, además de ser mi lugar personal, donde os iré informando a todos los que queréis saber de mí, sobre las pequeñas y grandes cosas comentables que continuamente nos ocurren, me gustaría que fuese eso; una encrucijada; donde se juntan diferentes y distantes mundos, que tal vez de otro modo nunca se encontrasen. Ahora el destino lo quiere así.Habrá opiniones sobre lo humano y lo divino, sobre lo políticamente correcto y sobre lo que no lo es tanto. Sobre temas incómodos y sobre los que todo el mundo quiere hablar. Sobre equilibrio y desequilibrio; sobre justicia y paz; sobre alimentación natural; sobre deporte y política; sobre amistad y vida social; sobre amor y trascendencia... En fin, sobre tantas cosas y tantos mundos...Un abrazo a todos y a todas.
4 comentarios:
El primer paso: no celebrar nada.
Mañana todos a trabajar!!!
Con dos cojones.
No encuentro ningún sentido a tu comentario. ¿Puedes explicarlo mejor? ¿O tal vez es que pretendías ser gracioso? Yo en el artículo no lo pretendía, pero creo que tú tampoco lo has conseguido.
Una cosa es ser gracioso, y otra la ironía...en fín, te lo explico: así de primeras, mi comentario va precedido de un alias("sinpensarlo"), lo que ya le da (o le quita, según se mire) un valor añadido, o sea, es un comentario a bote pronto, sin pensarlo, una ráfaga.
¿A santo de qué? Pues, como tú dices, poco queda de la verdadera Navidad de los cristianos, y es por esto que una gran parte de la población con la excusa no celebra nada, aparte de la fiesta del consumismo.
Otra cosa sería que la celebración fuera el solsticio de invierno, que creo que casi nadie celebra. Entonces si me parecería bien hacer una cenita y cogerse un par de días de fiesta.
Y para finalizar suscribo tu primer párrafo y la siguiente línea.
Feliz solsticio de invierno!!!
¡Buena aclaración! Yo ya lo pensé después, lo cierto es que también yo contesté "sin pensarlo"... luego ya me dí cuenta del alias; por eso te avisé.
Pues eso, que por lo menos pensemos en celebrar algo, lo que más se ajuste a nuestra creencia y cosmovisión personal. Y lo que dices; el que no quiera celebrar... ¡a currar!
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