¿Cumpleaños Feliz?
En estas fechas en que anda próximo mi cumpleaños, se me ocurrían algunas reflexiones a este respecto.
Es curioso cómo hoy en día todo el mundo queremos vivir el mayor tiempo posible; pero por otro lado, no nos gusta cumplir años. Si queríamos vivir muchos años, estos tendrán que llegar, ¿no? Pero no queda aquí la paradoja. Alguna gente vive este acontecimiento con sincera depresión, con una sensación de que "esto se va acabando".
Es una pena que no nos hayan educado para valorar lo que se va haciendo y creciendo, y nos perdemos en inútiles nostalgias sobre lo que pudo ser y no será, el tiempo que se fue... en fin, todo eso. Basta un punto de vista mínimamente constructivo para poder valorar positivamente toda una trayectoria vital que nos confiere una experiencia personal irreemplazable e insustituíble. De hecho, en culturas ancestrales se otorgaba a la experiencia de los mayores y los ancianos un gran valor, no sólo a nivel de reconocimiento, sino incluso a nivel decisorio en sus comunidades. Tal vez hoy no queremos valorar esas experiencias, sino quedarnos en la apariencia, en lo externo, para valorar a los que asombran con ese exterior: grandes bellezas exteriores, grandes deportistas, cantantes, gente poderosa con muchas cosas, muchos medios externos y mucho dinero, etc. Decididamente, hoy el mundo exterior gana la partida al interior, y además por goleada. ¿O tal vez lo parece? No olvidemos que, a la hora de valorar esta "partida" lo estamos haciendo desde los ojos y los baremos de ese mundo exterior... Y es que el mundo interior está dentro de nosotros, es símplemente nuestra esencia, y no necesita competiciones, ni demostrar nada; tal vez por eso no lo hace.
Yo, de momento, me apunto al "club" de los que sinceramente celebran años. ¡Bienvenida esa experiencia añadida a mi mundo interior! Y lo siento por quienes no sean capaces de apreciar la suya propia, pues es su esencia misma; no valorarla es no valorarse, y no hacerlo es no aportar amor a un mundo que tan necesitado anda de aportaciones sinceramente positivas.
Es curioso cómo hoy en día todo el mundo queremos vivir el mayor tiempo posible; pero por otro lado, no nos gusta cumplir años. Si queríamos vivir muchos años, estos tendrán que llegar, ¿no? Pero no queda aquí la paradoja. Alguna gente vive este acontecimiento con sincera depresión, con una sensación de que "esto se va acabando".
Es una pena que no nos hayan educado para valorar lo que se va haciendo y creciendo, y nos perdemos en inútiles nostalgias sobre lo que pudo ser y no será, el tiempo que se fue... en fin, todo eso. Basta un punto de vista mínimamente constructivo para poder valorar positivamente toda una trayectoria vital que nos confiere una experiencia personal irreemplazable e insustituíble. De hecho, en culturas ancestrales se otorgaba a la experiencia de los mayores y los ancianos un gran valor, no sólo a nivel de reconocimiento, sino incluso a nivel decisorio en sus comunidades. Tal vez hoy no queremos valorar esas experiencias, sino quedarnos en la apariencia, en lo externo, para valorar a los que asombran con ese exterior: grandes bellezas exteriores, grandes deportistas, cantantes, gente poderosa con muchas cosas, muchos medios externos y mucho dinero, etc. Decididamente, hoy el mundo exterior gana la partida al interior, y además por goleada. ¿O tal vez lo parece? No olvidemos que, a la hora de valorar esta "partida" lo estamos haciendo desde los ojos y los baremos de ese mundo exterior... Y es que el mundo interior está dentro de nosotros, es símplemente nuestra esencia, y no necesita competiciones, ni demostrar nada; tal vez por eso no lo hace.
Yo, de momento, me apunto al "club" de los que sinceramente celebran años. ¡Bienvenida esa experiencia añadida a mi mundo interior! Y lo siento por quienes no sean capaces de apreciar la suya propia, pues es su esencia misma; no valorarla es no valorarse, y no hacerlo es no aportar amor a un mundo que tan necesitado anda de aportaciones sinceramente positivas.
Comentarios
Celebrar la vida es haber tocado lo esencial de lo que somos
¡¡celebra, celebra!!