A vueltas con la mística...
En estos tiempos complicados que corren, incluso a nivel personal, recuerdo a veces aquel Encuentro sobre espiritualidad. Se decía que la espiritualidad y religiosidad del mundo moderno, sería mística o no sería. Yo que siempre he creído en la "democracia", incluso en estos temas, me resisto a creer que eso de la mística sea algo para "iniciados", o para "minorías", "élites" o calificativos así que más me inspiran desconfianza que otra cosa.
De forma que andaba yo pensando que eso de la mística tendría que ser algo "para todos los públicos"; algo más sencillo que lo que muchas veces nos han pintado. Siempre recuerdo un amigo que me decía "¿yo, cómo voy a rezarle a un Dios que nunca me han presentado? Yo, a ese señor no le conozco de nada..." Ingenioso, sí; y bastante acertado, tal vez. Pero una visión parcial: no le conocemos directamente... pero conocemos su obra, su creación: el Universo. Un Universo que, si lo pensamos un poco, nos proporciona lo necesario para vivir: alimento, respiración, entorno social en el que desarrollarnos y crecer como personas. Incluso este Universo nos envía mensajeros para que, aquellos que carecen de esas cosas básicas, puedan ser ayudados por otros. El milagro de la vida es patente, tantas y tantas cosas que pasamos por alto que las damos por sobreentendidas... tal vez sea que para conectar con esa grandeza y trascendencia Universal haya que empezar por valorar como grandes regalos esas pequeñas cosas que ni siquiera tenemos en cuenta: un pájaro que vuela, una sonrisa, un árbol cambiando la hoja, un insecto volando, un amigo que nos llama... en fin. Probablemente fuese así todo mucho más fácil. Otra cosa es que nos "vaya la marcha" y nos gusten las complicaciones y los grandes desafíos...
De forma que andaba yo pensando que eso de la mística tendría que ser algo "para todos los públicos"; algo más sencillo que lo que muchas veces nos han pintado. Siempre recuerdo un amigo que me decía "¿yo, cómo voy a rezarle a un Dios que nunca me han presentado? Yo, a ese señor no le conozco de nada..." Ingenioso, sí; y bastante acertado, tal vez. Pero una visión parcial: no le conocemos directamente... pero conocemos su obra, su creación: el Universo. Un Universo que, si lo pensamos un poco, nos proporciona lo necesario para vivir: alimento, respiración, entorno social en el que desarrollarnos y crecer como personas. Incluso este Universo nos envía mensajeros para que, aquellos que carecen de esas cosas básicas, puedan ser ayudados por otros. El milagro de la vida es patente, tantas y tantas cosas que pasamos por alto que las damos por sobreentendidas... tal vez sea que para conectar con esa grandeza y trascendencia Universal haya que empezar por valorar como grandes regalos esas pequeñas cosas que ni siquiera tenemos en cuenta: un pájaro que vuela, una sonrisa, un árbol cambiando la hoja, un insecto volando, un amigo que nos llama... en fin. Probablemente fuese así todo mucho más fácil. Otra cosa es que nos "vaya la marcha" y nos gusten las complicaciones y los grandes desafíos...
Comentarios
Como decía un amigo mío que se casó por la Iglesia al cura en una reunión prematrimonial: "yo soy biólogo..." vamos, que el origen del Universo lo vemos de otra forma, pero nuestra forma de vivir no tiene porque variar mucho. El sentido común seguro que no tiene religión, y la mística me parece que tampoco...y seguro que además tiene otros nombres. Un abrazo